UNA EXPERIENCIA DESAGRADABLE!
Os dejamos en estas lineas,la desagradable experiencia que vivió nuestro compañero Berni y que pensamos que os puede servir para tomar nota de todo lo que nos puede ocurrir cuando salimos al mar.Cualquier precaucón es poca.
Pues eso, lo dicho, recordar siempre que toda seguridad siempre es poca.
Me he decidido a comentaros que me paso el pasado día 1 de Noviembre del 2018 y a contarlo con algún que otro detalle, porque creo que es oportuno que todos tuviésemos en cuenta que por mucho que pensemos que no nos va a pasar nada, siempre estamos expuestos a muchos peligros.
Yo mismo, suelo anticiparme a los posibles problemas, incidentes o accidentes que me puedan surgir en el día a día y no por ello estoy exento de que surjan. Incluso suelo anticiparme a cómo resolverlos, pero la realidad es que entre el problema o accidente que me pueda surgir y la realidad, puede haber un abismo.
Dicho esto paso a comentaros que me ocurrió y que consecuencias físicas, morales y económicas me repercutieron. Os voy a contar algunos detalles que si bien en un principio pensáis que no son importantes, sí que lo serán si tenéis interés en leer este artículo hasta el final.
En Junio de este año compre un Kayak de segunda mano. Lo compre por ser económico para todo lo que me ofrecía el vendedor. Kayak grande, lleva palas, pedales y hasta un motor eléctrico casero. Es decir, puedo navegar mucho y no cansarme ya que tengo varias formas de navegar. JAJAJA..... Primer error.
También va equipado con una emisora VHF, sumergible, flotante y con una tecla propia del canal 16 de emergencias y marca sobradamente reconocible. Pensé, uffff con semejante emisora si me pasa algo estoy salvado enseguida. JAJAJAJA.... Segundo error.
Me regalo un chaleco buenísimo especial para pescar en kayak. Estaba bien pero yo tengo el mío de una prestigiosa marca que es auto hinchable que es más seguro y cómodo. JAJAJAJA..... Tercer error.
Venia también con una sonda que la cambie por otra con GPS y plotter y que a los dos meses la volví a cambiar por otra con GPS y plotter mucho mas sofisticado. Pensé que con un buen GPS y plotter si me pasa algo puedo dar mi localización exacta. JAJAJAJA..... Cuarto error.
Bueno al tema en cuestión.
Llevaba varias semanas preparando esta salida, el mal tiempo me retrasaba esta salida. Todos los días comprobaba el estado de la mar en una web especializada y que me informa muy bien sobre cómo está la mar en mi zona. Al final marcaba para el 1 de Noviembre olas de entre 30 y 40 centímetros. Pensé este es el día bueno, prepare todos los trastos, todo bien atado, en el kayak debe ir todo atado o se puede caer y perder con mucha facilidad. Incluso el día de antes compre un traje de neopreno especial para kayak ya que pensé en el posible frio que haría, y sobre todo al entrar al agua debía mojarme las piernas. No tranquilo con esto me puse un vadeador para entrar al agua y después quitármelo. Otro grave error.
Bueno un último repaso a todo antes de entrar a navegar . Las cañas todas amarradas , las cajas de pesca cargadas de cranbaist y jibioneras sin amarre pero como van debajo del asiento y si no lo suelto no se pueden perder no pasa nada , mi móvil en una funda estanca y colgando del cuello para tenerlo a mano , en otra funda estanca y atada la llave del coche y otras gafas graduadas y polarizadas por si acaso , la tapa de mi sonda GPS nueva que estrenaba la metí en el cajón que llevo junto a mi chubasquero de pesca que me acompaña desde hace 20 años , las dos anclas bien cogidas , otra bolsa grande estanca con ropa por si acaso , ahh y el almuerzo y
bastante agua para hidratarme. Vamos como dije bien preparado por todo lo que pudiera pasar.
Me puse el vadeador hasta la cintura y empecé a entrar a la mar. Me costó un poco salvar las crestas de las olas de los primeros 100 metros pero luego sin olas espumeantes ya todo era más cómodo.
Me habían comentado que las sepias estaban entre 18 y 21 metros de profundidad, así que me dispuse a pedalear en búsqueda de esa profundidad. Aunque pedaleando navego a 2 o 3 kilómetros hora me costó más de hora y media llegar a dar con esa profundidad. Unos 4 o 5 kilómetros de la orilla. Bien di con las sepias e iban saliendo algunas mientras otras por falta de experiencia se perdían. Estaba disfrutando. La pesca de la sepia se hace con la embarcación a la deriva y entre esta forma de navegar y mi entusiasmo tras 4 horas muy divertidas no aprecie que me había alejado otros 5 kilómetros del horizonte por donde había entrado. Pensé que o empezaba a pedalear de vuelta al punto de partida o se me haría muy difícil salir por el esfuerzo que necesitaba. Tenía que navegar en diagonal para acortar distancia y tiempo de vuelta. Pero aun así fueron casi 3 horas sin parar de darle a los pedales (el eléctrico lo deje en casa, pensé que no haría falta). Cuando ya estaba a 100 metros de la orilla, me dolían todos los músculos de las piernas pero me sentía seguro a punto de salir. Solo me quedaba salvar las crestas de las olas, unos 50 metros, para luego hacer pie y bajarme del kayak con el vadeador puesto y salir. Como dije las olas eran de unos 30 a 40 centímetros y las tres primeras que cogí me ladearon el kayak, y las siguientes me cogían de lado, dije bueno cuatro pedaleadas mas y ya salgo, cuando de repente y sin saber ni cómo ni de donde pareció una ola de casi un metro y medio de altura con toda su cresta embravecida y me cazo entero haciéndome volcar y lanzándome al agua con el kayak boca abajo. Y aquí empezó mi desagradable experiencia y os contare con algunos detalles para que los analicéis y los tengáis en cuenta.
El chaleco auto hinchable tan molón que había comprado en una conocidísima tienda de pesca y que me cobraron menos de la mitad, no resulto ser tan eficaz. Si, si que se inflo cumplió con su cometido inicialmente, pero parece ser que me costó más barato sin darme yo cuenta de que no llevaba la cincha que se pasa por entre las piernas que deberíamos siempre llevar puesta. Esto origino que el chaleco se inflara y se subiera para arriba dejándome apenas la cabeza fuera del agua y que en el batir de las olas contra el kayak aparte de pegar tragos de agua salada , me dio por pensar cuantos golpes aguantaría el flotador este antes de romperse. También días después de esta experiencia comprobé que la botella de gas que lleva el chaleco cuando lo compre ya estaba caducada. Menos mal que funciono. Y para colmo es un modelo de botella y mecanismo de activación que cuesta casi lo mismo que el chaleco en si.
Allí estaba yo sufriendo con mi chaleco, pero llevaba el vadeador puesto hasta la cintura, por consiguiente mis piernas tendían a hundirse. Me tuve que serenar para poder quitármelo, no fue nada fácil y eso que es una talla más grande que la que necesito. Conseguí zafarme de ese lastre mientras gritaba socorro con la intención de que si paseaba alguien por la orilla me viese.
Tan solo había unos 2 metros de profundidad y estaba a unos 70 metros de la orilla, pero esto mismo me impedía volver a dar la vuelta al kayak, ya que las cañas que estaban sujetas al kayak y en posición vertical se enganchaban con el fondo y me hacían de ancla. Si a esto le ponemos mi agotamiento físico por los horas que estuve pedaleando y al continuo batir de las olas contra mí y yo contra el kayak, surgía que mi adrenalina estaba por las nubes y no veía forma de salir de dicho entuerto. Pensé, si me suelto del kayak e intento nadar a la orilla me
llegaran las fuerzas o seré vencido y arrastrado?, o mejor sigo las indicaciones de seguridad y permanezco agarrado al kayak . Así lo hice e intente reponer fuerzas. Por fin tras reponerme un poco podía volver a intentar voltear mi kayak, eso sí en el intento rompí los anclajes de la caña más larga que me sujetaba al fondo y el mar se ocupo de llevarse mi mejor equipo de mar ( caña savagear salt y shimano twin power de unos 500 euros se perdieron )
Al conseguir darle la vuelta al kayak, para mi desgracia se abrió el cajón donde llevaba los trastos que me pudieran hacer falta, salieron disparados, la tapa de mi sonda, la bolsa estanca con la ropa, la sacadera plegable, la propia tapa del cajón y sobre todo ese chubasquero que durante años me había acompañado y al que me encantaba usar.
Para colmo el asiento también se soltó de sus anclajes y las cajas de plano llenas de señuelos dieron su fin en el fondo del mar. (Otros 300 euros entre cajas y señuelos perdidos)
Y os preguntareis porque no use mi flamante emisora para pedir socorro, pues eso mismo pensé yo cuando tras tanto miedo y tras reponerme físicamente me di cuenta que los nervios me habían dejado en blanco sin acordarme que llevaba conmigo un artilugio que podía salvarme. Cogí la emisora apreté el canal 16 de salvamento marítimo y en la pantalla aparecía las letras STOP. Sabéis que ? en todo este tiempo no había leído el manual de instrucciones , creí que solo había que apretar esa tecla y pedir socorro , pero no resulta que yo en ese momento no lo sabía y hay que apretar primero a unas teclas para desbloquear las teclas propias y así no apretarlas por error . Esto último me entere luego de estar en mi casa.
Total que estaba con una buena emisora y por mi mala cabeza no me serbia de nada. A todo esto yo seguía de vez en cuando gritando socorro. Entre golpe y golpe de ola contra el kayak vi a gente agolpada en la orilla. Pensé que alguno habría avisado de mi situación. Y como me notaba aun muy agotado no quería usar esas fuerzas para intentar subir al kayak y en el intento agotarme o peor aun pinchar o reventar el flotador del chaleco y que terminara dejándome llevar por el mar. Opté por quedarme atado al kayak y esperar que vinieran a rescatarme. A se me olvidaba , el kayak con el meneo de las olas ni avanzaba a la orilla ni se iba mar adentro porque al darle la vuelta las dos anclas atadas al Kayak hicieron fondo y no me movía del sitio . Y el móvil, uuufff estaba apagado, pensé que había entrado agua en la bolsa estanca y lo había roto. No, hasta que salí y recordé que la noche anterior no había puesto a cargar el móvil. Simplemente se había agotado la batería.
Llevaba ya unos 50 minutos dentro del agua sufriendo cuando note que las puntas de mis pies tocaban fondo. Decidí coger el cabo de amarre y atarme a él para nadar un poco y ver si conseguía hacer pie para salir. Nade 5 o 6 metros ya hacia pie, pero el mar decidió tragarse un poco más el kayak y me arrastro otra vez a donde me cubría. De nuevo volví a agarrarme con fuerza a las cuerdas de vida del kayak y tras recuperarme volver a intentarlo. Y si, esta vez lo conseguí, volví a hacer pie y pude empezar a tirar del kayak e ir saliendo a la orilla y en eso estaba cuando vi que desde la orilla que entraba una pareja de la Guardia Civil a rescatarme. Me agarraron a mí y al kayak y con su ayuda conseguí salir a la arena.
GRACIAS, GRACIAS Y MAS GRACIAS, a ese cuerpo de seguridad que aun habiendo gente que les odie yo siempre defenderé a capa y espada por ser como son. Gracias agentes de la Guardia Civil. (Me reservo comentarios sobre el agente municipal que se quedo en la orilla como mero espectador)
Bueno y ya en tierra firme y tras hablar con la Guardia civil de que había sucedido ellos mismos me explicaron de donde había salido inesperadamente esa ola tan grande . Me indicaron que
mirara al horizonte y que aquel carguero con contenedores que andaba cruzando debía ser el que causo esa única ola que me cazo en el peor momento y lugar. También me dijeron que debí haber leído las instrucciones de la emisora antes de salir, pero que aun habiendo funcionado en Gandía no hay equipos de salvamento marítimo y que solo salen de valencia si le dan la orden la propia Guardia Civil.
Volvieron a ofrecerme cualquier otra ayuda que necesitara, agua, avisar a algún familiar o amigo ect. , pero solo me limite a darles una y otra vez las gracias por haberme ayudado.
Ya solo me quedaba recoger los trastos y el kayak e irme a mi querida y cálida casa .Y evaluar lo que empecé comentando , que por muy previsor que sea uno , nunca sabe realmente lo que puede ocurrir , pero que mejor es ser previsor que dejarse llevar por las ansias.
En resumidas cuentas, estos son algunos de los temas más importantes a tener en cuenta.
Cuando salgas a navegar avisa a alguien de donde sales y a que hora tienes prevista tu vuelta.
Nunca salgas solo o por lo menos a sitios donde no allá otros navegantes que puedan divisarte con claridad.
Informarse antes de salir sobre un buen parte meteorológico así como de la tabla de mareas y oleaje previstos.
Ponte siempre el chaleco salvavidas correctamente, y revisa que todo en el este correcto.
Lleva siempre una emisora UHF y lee bien las instrucciones de la emisora.
El móvil siempre contigo en una bolsa estanca pero que se pueda usar y sobre todo con la batería bien cargada.
Lleva siempre contigo algo de comida y sobre todo liquido suficiente para no sufrir una posible deshidratación.
Usa un protector solar, o mejor aun en puro verano lleva cubiertas las piernas, pies, brazos, cuello y cara, las insolaciones o ampollas que provoca el exceso de sol, con el agua salada escuecen de cojones.
Nunca subestimes el poder del mar, y nunca te sobre esfuerces, resérvate más de la mitad para tu regreso.
Lleva todo lo que portes en el kayak bien amarrado.
Y recuerda que tomar por lo menos todas estas medidas de seguridad, no debe de ser agobiante. Es tan solo para que puedas disfrutar más tranquilo de este apasionante deporte que es la pesca en kayak.
Buena pesca a todos. Berni.
Una mala experiencia,que esperamos que os sirva de ayuda,para proximas salidas.Aqui abajo puedes ver algunas de las fotos del dia,antes de aquella mala experiencia.